Ser Alan Kenzo por un día. Volver a reírse sin preocupaciones, sin importarme lo que pase después. Olvidando que aquel escudo paternal se desvaneció dejándome una casa vacía llena de juguetes rotos. Sin tener el conocimiento de que la única que considero mi sangre me odia. Cerrando los ojos ante esa realidad.
Ser Alan Kenzo por un día. Si, me gustaría volver a serlo. Habría 47 cosas que cambiaría para mejor, aún sabiendo que eso puede modificarlo todo.
Genial, ya me metí en la cabeza eso del efecto mariposa. Ser alguien de nuevo es una oferta tentadora. Volver tiempo atrás. Lástima.

-------------------------------------------------------------------------------------------------

"Hay un día donde todo cambia. Un día en el que te enojas y acabas por completo conmigo. Un día en el que rompes todo, las viejas máscaras, los murales, el dolor, mi sonrisa, la distancia. Existe un día en el que una princesa hace eco en mi cabeza todo el tiempo, un día en el que con solo cinco palabras me destruye. Existe un día, como hoy, en el que concreta su furia contra mí haciendome sentir pequeño e insignificante. Por nada.
Pero existen días donde abro la boca y sale su nombre, donde extiendo los brazos y siento su brisa. Hay un día que es eterno, que se divide, que alarga mi felicidad. Existen días que son todos los días.
Porque al alejarme de ti... sigues estando. Sigues sonriendo, sigues mirándome con aquellos enormes ojos en los que siento que no puedo mentir, donde no puedo fingir ser alguien más que no sea este desconocido.
Muchas veces dije que un te amo no bastaba, que nisiquiera la fortaleza de las palabras tienen la capacidad de expresar el largo camino forjado, el exagerado e irrevocable sentimiento que nace de mí al saber que existes... que algún milagro misterioso te hizo mirarme y cambiármelo todo para que en este momento admita que amo caer rendido ante tí. Como un masoquista, como un perro sin dueño, como aquel que anhela parecerse a un príncipe para que lo quieras un poco más.
Pueden existir mentiras, ángeles, príncipes, palabras, ríos, máscaras, engaños, cartas... pueden existir tormentas que lo lleven todo, frases aniquiladoras, enemigos con la espada en alto.
Puede existir lo inimaginable, pueden copiarse los sentimientos y las confusiones. Pero no puede existir otro Alan Kenzo enamorado de Susan Di´Mashess. No así, no de esta manera.

-------------------------------------------------------------------------------------------------

Hay veces en las que una disculpa no basta, donde lo necesario para la mejora no es pedir perdón y hacer como si nada pasó.
Recriminar es una palabra demasiado hiriente, demasiado real. Pero es justa para cuando quiero describir lo que sucede y... no lo sé, es algo que me molesta. Porque puedes recriminarme todo, menos cuanto te extraño, cuanto te necesito. Porque mi vida ahora está pendiente de la tuya y no puedo simplemente fingir que me agrada tu ausencia.
Si supieras, si te detuvieras a pensar aunque sea un segundo en esos momentos donde yo no estaba. ¿Sentías que nada ni nadie podía hacerte sonreír de verdad? Yo sí, aunque después de varios "basta de dar lástima Alan" haya decidido distraerme con cualquier otra cosa.
Desde aquel "te quiero a ti" que mi vida cambia en torno a lo que me pidas.

-------------------------------------------------------------------------------------------------

Pero no podría quererte más de lo que te amo ahora. No podría. Ya no sé cómo escribirlo, porque ni siquiera puedo explicarlo con palabras. No puedo, te amo. Pero mucho más que eso. Y siempre te odié por hacerme sentir tanto, pero ahora solamente quiero agradecerte.
Ya no hay princesa… al parecer no puedo decir más la palabra. Solo me queda mirar como rompe los vestidos y hace a un lado lo que en su momento me enamoró. Ojalá pudiera hacer algo para traerte más felicidad Susan, ojalá. Pero no sé como, no sé por qué te empeñas en cambiar esa forma única de ser. No lo entiendo y prefiero no opinar más, no soy bueno en eso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario